Colombia se consolida como uno de los países más activos en la transformación de su sistema financiero hacia modelos abiertos e interoperables. Con un crecimiento del 15% en transacciones digitales durante 2024, que superaron los $6,050 billones, el país demuestra una adopción masiva de servicios electrónicos por parte de los ciudadanos.

Este dinamismo ha sido impulsado por una combinación de varios factores como: la evolución de la regulación financiera, el fortalecimiento del ecosistema Fintech, y una demanda creciente por parte de los usuarios por experiencias digitales más ágiles, seguras y personalizadas. En este contexto, actores del sector como ACH Colombia han contribuido en la implementación de soluciones que permiten materializar los principios del Open Finance, promoviendo la interoperabilidad en la agregación de datos, la iniciación de pagos y los pagos inmediatos.

El Open Finance es más que un concepto técnico:es una evolución del sistema financiero el cual tendrá un gran impacto social que debe llegar a todos los ciudadanos, no solo a quienes participan del sistema financiero.

Un ejemplo que se apalanca en la filosofía del Open Finance es el despliegue de Transfiya en 2020, servicio pionero en transferencias inmediatas entre entidades financieras. Esta implementación es un reflejo de cómo la colaboración entre entidades públicas, privadas y las nuevas tecnológicas puede generar soluciones tangibles para los usuarios.

A pesar de estos avances, persisten desafíos relevantes: fortalecer la infraestructura tecnológica, establecer estándares de seguridad compartidos, garantizar la interoperabilidad real y fomentar la confianza entre los distintos actores del sistema. Además, el desarrollo normativo debe avanzar al mismo ritmo del mercado para asegurar que los nuevos modelos realmente amplíen el acceso y no profundicen la exclusión.

Uno de los puntos críticos será evitar que los beneficios del Open Finance se limiten a la población bancarizada o a las entidades tradicionales. El verdadero reto está en integrar a los nuevos jugadores del ecosistema financiero y facilitar que más personas accedan al sistema formal mediante tecnologías adaptadas a contextos diversos y realidades aún no atendidas.

El momento actual representa una oportunidad única para consolidar un modelo de Open Finance centrado en el usuario y con impacto social real. Más allá de la innovación tecnológica, el desafío es construir un sistema financiero más equitativo, transparente y conectado con las necesidades de toda la población.

Publirreportaje por:ACHAliado COLCOB