Un líder es aquella persona que, gestionando un grupo de personas determinado, es capaz de influir, motivar y hacer que todos los integrantes del equipo trabajen con entusiasmo, persiguiendo metas y objetivos.


Para conseguir una motivación general del grupo, el líder hace uso de determinadas herramientas y habilidades directivas, haciendo que todos los integrantes se sientan parte del proyecto.

De acuerdo con Jhon maxwell el liderazgo es puramente influencia, que depende en gran medida del carácter del líder, por lo que “El verdadero liderazgo siempre comienza dentro de la persona.” El carácter de un líder se filtrará en toda la organización y sus colaboradores. Un gran carácter creará el potencial para una gran organización. Pero todo comienza con el líder, y aquí compartimos algunas características de un buen liderazgo:

1. Comunicación: La principal labor de un líder es la comunicación, ser capaz de sintonizar con las personas que forman parte de su equipo y conseguir que la información fluya en todos los sentidos (ascendente, descendente y horizontal.

2. Empatía: Para poder liderar a alguien hay que conocerlo, ponerse en su lugar y ser consciente de la influencia que podemos ejercer sobre esa persona. Por lo tanto, conocer a nuestros colaboradores, compañeros y demás; para comprender sus emociones es clave en el liderazgo. La inteligencia emocional juega un papel relevante.

3. Honestidad e integridad: El liderazgo se debe basar en el beneficio de todas las partes (win win situation), debe ser justo honesto y transparente. Cuando detectamos honestidad ofrecemos lo mejor de nosotros mismos, principal objetivo del liderazgo.

4. Confianza y apuesta por lo demás: El líder no puede hacerlo todo (de lo contrario no sería líder, sería autónomo) por lo tanto, debe delegar en el resto de las personas, apostar por sus capacidades y entregar responsabilidades y méritos acordes a los esfuerzos realizados (justicia).

5. Positividad: Una de las bases de la motivación es el reforzamiento positivo. La psicología positiva ha demostrado sus resultados en múltiples campos (como la educación o el deporte) y en este caso resulta primordial para mantener la motivación del grupo.

6. Inspiración: Uno de los principales roles del grupo es servir como fuente de inspiración, como modelo. Un líder debe ser un ejemplo para los demás, debe mostrar las líneas a seguir y cumplir todo aquello que vaya a exigir a su grupo de trabajo. El ejemplo es el mejor modelo de liderazgo.

7. Practicidad y eficiencia: En la gestión de un grupo debemos buscar la eficacia en todos los sentidos (económicos, temporales, mentales, etc.) Un líder debe ser un gestor de recursos y como tal, optimizarlos al máximo. La sensación de pérdida de tiempo es una de las variables que influyen directamente en la desmotivación.

8. Fomentar el crecimiento: Un buen líder siempre debe buscar personas mejores que él, debe fomentar el crecimiento de su equipo y es consciente  que, el mejor equipo posible es aquel donde él es el peor de todos. Apoyar a su equipo de trabajo es una herramienta que ofrece grandes niveles de motivación.

9. Guiar: Un líder nunca utilizará el poder o la jerarquía para imponer sus decisiones, sino que guiará, mediante el conocimiento y la experiencia a las personas de su equipo. Una orden actúa sólo de forma efectiva mientras se mantiene el poder o la presión, cuando somos capaces de guiar o convencer a una persona, esa convicción se mantiene sin necesidad de fuerza alguna.

10. Innovación: El mejor líder debe actualizarse, hoy más que nunca los cambios son vertiginosos y aquel que no sea capaz de actualizarse no podrá mantener su liderazgo en el tiempo.


Fuentes:

https://www.lavanguardia.com/

https://johnmaxwellteam.es/

Qué tipo de líder eres?

Según el psicólogo Kurt Lewin, existen tres tipos de liderazgo: delegativo, autoritario y democrático.

Un líder es aquella persona que, gestionando un grupo de personas determinado, es capaz de influir, motivar y hacer que todos los integrantes del equipo trabajen con entusiasmo, persiguiendo metas y objetivos.

Para conseguir una motivación general del grupo, el líder hace uso de determinadas herramientas y habilidades directivas, haciendo que todos los integrantes se sientan parte del proyecto.

Todos los líderes escogen una fórmula distinta para gestionar a su equipo, según su personalidad. En relación a los estilos de liderazgo, aparecen múltiples clasificaciones, pero una de las más reconocidas es la diseñada por el psicólogo Kurt Lewin.

El profesor del máster en riesgos laborales de la Universidad Internacional de La Rioja, Iván Fernández, que también es consultor en Prevención en Fraternidad-Muprespa, nos detalla las características de los tres estilos de liderazgo del reconocido psicólogo.

Líder delegativo

El líder delegativo, también conocido como “laissez-faire” en francés (dejar hacer), es un tipo de líder que deja que los subordinados tomen sus propias decisiones. Este estilo de liderazgo funciona muy bien cuando los subordinados son personas capaces y con un alto nivel de motivación. Este líder “deja hacer” y solicita un “feed-back” o retroalimentación, con un bajo nivel de intervención y de forma no autoritaria.

Líder autoritario

Este tipo de líder monopoliza la toma de decisiones de forma unidireccional y sin posibilidad de crítica o intervención por el resto de participantes. Este líder determina los roles de los subordinados, las técnicas, los métodos a seguir y las condiciones.

A pesar de las connotaciones negativas de la palabra “autoritario”, Lewin explica que este tipo de líder no siempre genera un ambiente desagradable. Las críticas a los empleados son habituales, pero también lo son los agradecimientos.

Líder democrático 

Este tipo de liderazgo es principalmente participativo. A diferencia del autoritario, este tipo de líder se asegura de que todos los miembros de la organización intervengan y tengan poder de decisión. Es decir, hay un reparto de responsabilidades equitativo.

Sin embargo, el liderazgo democrático conlleva cierto riesgo de que se produzca una pérdida de eficiencia, especialmente en relación a la toma de decisiones colectiva.