“Lo importante rara vez es urgente

 y lo urgente rara vez es importante”

Dwight Eisenhower


Uno de los aspectos más difíciles y complejos de administrar, tiene que ver con el tiempo. No es un asunto de poca monta, toda vez que si nos vemos en perspectiva, estamos hechos de tiempo.

El tiempo, -una de las dimensiones de la física-, en el interior de cada una de nuestras mentes se torna relativo, de tal suerte que mientras para unos la sucesión de los acontecimientos adquiere una velocidad vertiginosa, para otros se vuelve insoportablemente lenta; y eso para no hablar de quienes viven sobreponiendo o haciendo todo en simultaneo, fenómeno que se ha vuelto más común de lo que creemos.

Como resultado de la pandemia (inevitable hablar de ella), para nadie es un secreto que los horarios de trabajo se han extendido de una manera agobiante para muchos, lo que incluso hizo que en Colombia se expidiera la Ley 2088 del 12 de mayo de 2021 que regula el trabajo remoto en casa. Las reuniones virtuales que paradójicamente nos han hecho más puntuales, se suceden unas y otras a lo largo del día, copando la agenda. En ese escenario, seguramente hay quienes asisten a las reuniones, realizando tareas en simultáneo como correos, cuadros, lecturas, chats, para no hablar de tareas propias del hogar como cocinar, lavar, planchar, atender a los hijos, la mascota, etc.

Eso en el mejor de los casos, pues quienes no tienen o no han desarrollado esa moderna competencia de la multitarea, se ven abocados a utilizar tiempo en la noches o la madrugada para ponerse al día. La pregunta entonces es ¿qué hacer?

Me he encontrado una herramienta muy simple que desarrolló el famoso General estadounidense Dwight Eisenhower y que se entiende mejor por una matriz de dos cuadrantes llamada por su nombre. No deja de sorprender, que la desarrolló un hombre cuya responsabilidad era -ni más ni menos- que la monumental tarea de coordinar todas las tropas aliadas para conducirlas al triunfo sobre el régimen nazi.

Una vez la revisen (…si tienen tiempo), basta con que adopten en su pensamiento las cuatro preguntas esenciales, para poder establecer prioridades y con base en ello tomar la decisión correcta:

1. Si la tarea es urgente e importante, lo mejor es hacerla.

2. Si la tarea es urgente más no importante, lo mejor es delegarla.

3. Si la tarea no es urgente pero sí es importante, entonces tome una decisión. Y,

4. Si la tarea no es urgente y tampoco es importante entonces elimínela.

¡Ojo! A veces hay tareas que por no hacerlas, se vuelven importantes. También puede pasar que algunas decisiones pueden ocasionar problemas futuros. Lo que quiero decir es que la Matriz de Eisenhower es dinámica y que, si bien ayuda definir prioridades, hay que estar constantemente monitoreándola.

Cristian D. Galvis E.

Psicólogo – Coach

Director Ad/tivo. y de RRHH

INTERDINCO S.A.