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Durante el Congreso Internacional de COLCOB en su versión 19, David Ballesteros country manager de Belvo, y Felipe Lega, socio en Deloitte & Touche compartieron sus visiones sobre la transformación que el Open Finance está generando en el sector financiero. Destacaron la importancia de entender el fenómeno del Open Finance como un catalizador para múltiples casos para el sector de cobranza y BPO.  

Para David Ballesteros, Colombia está inmersa en una discusión crucial sobre datos abiertos y Open Finance, un tema que ha tomado relevancia en otros países latinoamericanos como Brasil y México. “A diferencia de Brasil, donde el mercado de datos abiertos está más avanzado, Colombia está dando sus primeros pasos en este terreno, afirmó. 

El especialista detalló que, en Colombia, el Open Finance emerge como una herramienta innovadora para el sector financiero, equiparable a la revolución que el iPhone generó en el ámbito de las aplicaciones móviles. Ballesteros enfatizó que Open Finance facilita el intercambio de datos financieros regulados, ofreciendo un nivel de detalle y precisión que anteriormente no se obtenía de manera automatizada. 

Felipe Lega entre tanto abordó la actualidad financiera, haciendo especial énfasis en el Decreto 1297 de 2022 que, según la Superintendencia Financiera, en diciembre se iniciará la expedición de circulares en desarrollo de este decreto.  

Es de destacar que, en Colombia, el gobierno emitió el Decreto 1297 de 2022 con el propósito de aclarar las normativas aplicables al intercambio de datos del consumidor financiero. Este decreto aborda la gestión de plataformas digitales y la prestación de servicios a través de ellas por parte de las entidades financieras, regula la actividad de iniciación de pagos en el sistema de pagos y, finalmente, refuerza los estándares de protección al consumidor en la era digital.  

“Creo firmemente que la adopción de una arquitectura abierta no solo enriquece la oferta de servicios financieros, sino que también representa una valiosa herramienta para promover la inclusión financiera, abrir camino a la innovación y garantizar una mayor accesibilidad a productos financieros adaptados a las diversas realidades de nuestra población”. Señaló Lega.  

El socio en Deloitte & Touche, destacó que la política pública busca ampliar la cancha de juego para todos los actores, haciendo hincapié en la interacción entre las entidades financieras, las autoridades regulatorias y los consumidores. Esta apertura, según Lega, implica un cambio en la dinámica de la relación, permitiendo a los consumidores tener un papel más activo y explorador en la interacción con el sector financiero. 

A diferencia de Open Banking, los expertos señalaron que el Open Finance va más allá de compartir datos del sector financiero regulado. Este enfoque amplía el espectro de información disponible, abarcando industrias como seguros, economía colaborativa, pensiones, entre otras. Ballesteros, el country mánager de Belvo, por ejemplo, mencionó las bondades que tiene el Open Finance para levantar información detallada sobre gastos en servicios públicos, salud, educación y más información de los usuarios financieros.  

Con esta arquitectura, según concordaron Lega y Ballesteros, una persona, ya sea natural o jurídica, pude autorizar a una entidad a compartir sus datos financieros con terceros. Estos datos pueden incluir transacciones, pagos, saldos y otra información relevante. Esto permitiría comprender cuándo y cómo las personas reciben pagos, permitiendo un análisis detallado de sus hábitos financieros. 

En este contexto, Open Finance se posiciona como una herramienta clave para entender y utilizar la información financiera de manera más eficiente, facilitando la toma de decisiones y promoviendo la inclusión financiera en el país.